Mi profesor de ética, Enrique Mesa, es para muchos uno de los mejores profesores del instituto.
No es el típico profesor que hace que te duermas en clase, porque pega unas voces... que te llegan a asustar, bueno ahora fuera cachondeo, es un profesor con el que que te hace amenas las clases, no hay día que no te haga reír. Me encanta su forma de lanzar indirectas cuando alguien intenta pasarse de listillo o cuando surge el típico de reto de haber quien es más chulo y siempre gana él, eso si, siempre con un respeto y una forma bastante adecuada.
Me ha hecho aprender muchas cosas sobre filósofos, cultura, casos extraños comprobados científicamente, etc. Hay días en los que no le da tiempo a terminar de explicarnos algo y es de los pocos profes que me deja con la duda. Lo más curioso de sus clases, son las ganas que nos entran por contar a nuestros amigos en el botellón o a nuestros padres en casa lo que hemos aprendido.
Creo que en las clases hay muy buen rollo y eso es difícil de conseguir porque en casi todas las asignaturas algún compañero sale discutiendo con otro.
Al principio no entendía para que servia esta asignatura, y la verdad que a día de hoy pienso que me ha servido para aprender cosas interesantes, y que aunque luego el profe me vaya a matar.. debo de reconocer esas cosas después del verano se me habrán olvidado al igual que los temas de sociales o literatura.
Yo creo que el año que viene si consigo meterme en el ciclo formativo que quiero, voy a echar de menos estas clases.
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